Los mudras en yoga son un elemento importante, especialmente cuando ya se ha adquirido cierto nivel y se desea avanzar dentro de esta gran disciplina.
Y es que, en el yoga, además de las conocidas asanas o posturas, existen muchos otros elementos que se deben llegar a dominar para poder alcanzar una experiencia satisfactoria después de cada sesión de trabajo.
Uno de estos elementos, como hemos dicho, son los mudras, los cuales se realizan con las manos, y van a servir para transformar nuestra energía.
El concepto y uso de los mudras es algo que se aprende obligatoriamente cuando una persona decide formarse en yoga para aprender a dominar esta disciplina.
Veamos, pues, que son los mudras, para que sirven, y que significado tienen.
¿Qué son los mudras?
Los mudras son una serie de gestos que se realizan con las manos, con el objetivo de hacer fluir las corrientes de energía de nuestro ser. También nos podemos referir a ellos como sellos.
Estos mudras son de gran importancia en las religiones hindú y budista, dónde son considerados sagrados.
Como hemos comentado, los mudras se realizan con las manos, pero también se pueden realizar con otras partes del cuerpo como son los pies, los ojos, e incluso con algunas técnicas de respiración.
¿Para qué sirven los mudras?
Los mudras sirven para poder canalizar la energía de nuestro cuerpo, y con ello poder llegar a alcanzar un equilibrio.
Cuando se llevan a cabo, la energía es capaz de fluir por los nadis o canales energéticos del cuerpo por donde fluye el prana, haciendo que alcancemos un estado de paz interior y serenidad.
Pese a la poca importancia que se le da a nivel general (especialmente cuando se trata con principiantes), los mudras son una parte importante dentro de la disciplina del yoga.
¿Cómo funcionan los mudras?
Los mudras se realizan mediante diferentes posturas de los dedos de las manos, y mediante la unión de ellos, de manera que se ejerce una presión enviando un mensaje al cerebro a través de las terminaciones nerviosas.
De esta forma establecemos la comunicación entre nuestro cuerpo y nuestra mente creando una sola unidad.
Según algunos especialistas, a los mudras se les confiere propiedades terapéuticas y curativas gracias a esa conexión cuerpo-mente antes mencionada.
Estas propiedades se desarrollan gracias al estímulo para la producción de endorfinas, al alivio del estrés, y a la mejora del estado de ánimo en general.
Para poder llegar a alcanzar estos beneficios, será necesario mantener una constancia y regularidad en la práctica de los mudras.
Los mudras con los dedos de las manos
Los dedos de nuestras manos se asocian a los diferentes tipos de energía que actúan sobre nuestro cuerpo. Esta energía proviene de los cinco elementos (fuego, aire, éter, tierra y agua), y además se encuentran conectados cada uno a un chakra.
Así, según la conexión de los dedos, se realizarán diferentes mudras.
Cada dedo se corresponde con lo siguiente:
- Dedo pulgar: se relaciona con el elemento fuego y se asocia al chakra solar. Es la representación de la persona en sí. Controla nuestra lógica y nuestra fuerza de voluntad.
- Dedo índice: se relaciona con el elemento aire y el planeta Júpiter, y se asocia al chakra corazón. Es la representación del conocimiento. Controla nuestra mente. Se emplea en el Gian mudra.
- Dedo corazón: se relaciona con el elemento éter y el planeta Saturno, y se asocia al chakra garganta. Es la representación de la paciencia y la calma. Se encarga de controlar la circulación. Se emplea en el Shuni mudra.
- Dedo anular: se relaciona con el elemento tierra y el planeta Urano (o con el Sol), y se asocia al chakra raíz. Es la representación de la energía vital y de la salud. Se encarga de controlar el hígado, la vesícula, y nuestra vitalidad en general. Se emplea en el Ravi mudra.
- Dedo meñique: se relaciona con el elemento agua y el planeta Mercurio, y se asocia al chakra sacro. Representa nuestra capacidad de comunicación. Se encarga de controlar nuestra sexualidad, nuestras relaciones personales, y la comunicación con nuestro entorno. Se emplea en el Buddhi mudra.
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Mudras activos y pasivos
Cuando hablamos de los mudras debemos saber que nos vamos a poder realizarlos de manera activa, o de manera pasiva. Las diferencias entre ambos son las siguientes:
- Mudras activos: se debe colocar la yema del dedo pulgar sobre la uña de cada dedo.
- Mudras pasivos: son los utilizados de manera habitual. Consisten en tocar con la yema del pulgar las yemas de los otros dedos, sin llegar a tocar a uñas. La presión a ejercer en estos mudras será la justa para sentir en contacto y el flujo de energía, de manera que no sea excesiva.
Mudras principales. Cómo hacerlos
Existen muchos mudras diferentes, cada uno con su significado. Dentro de este número, nos encontramos con que 4 de ellos van a ser los más básicos o principales.
Estos mudras son los siguientes:
Gyan mudra: es el sello del conocimiento. Consiste en juntar las yemas de los dedos pulgar e índice, mientras que el resto de los dedos permanecen extendidos.
Shuni mudra: es el sello de la paciencia. Consiste unir las yemas de los dedos pulgar y corazón, manteniendo el resto de los dedos en extensión.
Ravi mudra: llamado también sello del sol o de la vida. Para realizarlo deberemos juntar las yemas de los dedos pulgar y anular, estirando el resto de los dedos.
Buddhi mudra: es el sello de la claridad mental. Se realiza juntando la yema del dedo pulgar con la yema del dedo meñique, estirando el resto de los dedos, como en los anteriores mudras básicos.
Otros mudras con las manos
Además de los anteriores mudras, los cuales consisten en juntar la yema del pulgar con las yemas del resto de dedos de las manos, vamos a poder realizar otros mudras más elaborados.
Algunos de estos otros mudras son los siguientes:
Anjali Mudra o mudra de la oración
También empleado para saludar en diferentes culturas de todo el mundo. Para realizarlo extenderemos la espalda y juntaremos las palmas de las manos a la altura de nuestro chakra corazón. Los dedos siempre deberán estar apuntando hacia arriba.
Este mudra ayuda a conseguir una sensación de equilibrio y conexión entre nuestra mente y el cuerpo.
Chin mudra o gesto de la conciencia
Otro nombre con el que se le conoce es el de Jnana mudra, que se realiza igual, pero con las palmas hacia arriba. Se realiza girando las palmas de las manos haciendo que queden mirando al suelo, y tocando con la punta de los dedos índice las puntas de los pulgares llegando a formar un círculo con ambos dedos. El resto de dedos deberán quedar estirados.
Este mudra sirve para estimular el chakra raíz, y ofrece una sensación de modestia ligada a la vuelta a nuestros orígenes.
Vishnu mudra
Se trata de uno de los mudras con las manos más complicados de llevar a cabo. Deberemos estirar las manos de forma que las palmas queden encaradas hacia el frente.
Doblaremos los dedos índice y corazón, manteniendo el anular y el meñique estirados. Puede que exista dificultad para mantener el anular extendido, y una buena solución es hacer que el meñique le sirva de apoyo.
Este mudra sirve para activar y equilibrar los chakras raíz, sacro y plexo solar, además de permitir limpiar los 7 chakras.
Yoni mudra
Uno de los mudras con las manos más adecuados para calmar el estrés diario y para relajarnos.
Lo realizaremos juntando las yemas de los dedos pulgares e índice de cada mano (pulgar con pulgar, e índice con índice), manteniendo los dedos estirados. Esto hará que se forme un triángulo entre ambas manos.
La punta de este triángulo debe quedar orientado hacia abajo, y doblaremos los restantes dedos de la mano que no han entrado en acción.
El término Yoni, en sánscrito, quiere decir matriz o útero. Así, este mudra nos permite aislarnos del estrés del mundo exterior como si estuviésemos dentro de una matriz que nos protege, ofreciendo alivio y relajación mental.
Abhaya mudra
Es un mudra asociado a la paz y a la seguridad en uno mismo, considerado el primer mudra, además de ser uno de los más fáciles de realizar.
Consiste en extender verticalmente nuestra mano derecha, de manera que la palma quede orientada al frente. Una vez en esta posición, inclinaremos la mano hacia atrás hasta sentir una ligera tensión en la muñeca.
Va a ser conveniente colocar la mano a una altura algo por debajo del pecho.
En sánscrito, Abhaya significa intrepidez, y representa la paz al mostrar las manos sin ningún tipo de arma. Nos permitirá alcanzar un sentimiento de paz y de coraje.
Hakini mudra
Asociado a la fuerza y al poder espiritual, ya que es el significado de Hakini en sanscrito.
Deberemos juntar las manos en la posición de Anjali mudra (explicado arriba). Extenderemos los codos hacia fuera hasta que solo queden en contacto las yemas de los dedos de ambas manos.
Los dedos deben estar apuntando hacia arriba en todo momento, sin llegar a forzar la posición. Con este mudra obtendremos una sensación de concentración y un mayor control de nuestros pensamientos.
Dhyana mudra o mudra de la meditación
Se trata de un mudra que seguramente habremos visto más de una vez, ya que se emplea frecuentemente para meditar.
Se realiza en posición sentada, colocando la parte exterior de la mano derecha sobre la palma de la mano izquierda. Una vez hemos realizado este paso, colocaremos ambas manos sobre nuestro regazo y haremos que se toquen las puntas de los pulgares.
Este mudra lleva a un estado de concentración muy potente, ofreciendo calma y tranquilidad, y a un equilibrio entre el cuerpo y la mente.
Beneficios de los mudras
Ahora que ya hemos visto cómo hacer algunos de los mudras más habituales, y para qué sirven, vamos a conocer los beneficios que nos pueden ofrecer a nivel general.
Debido a la facilidad que presentan para ser realizados, podremos hacer un mudra casi en cualquier momento y lugar en función de la situación y de nuestro estado.
Por ejemplo, durante un lago viaje en tren, podremos escoger aquel que más adecuado nos resulte para calmar los nervios, el estrés, o simplemente para concentrarnos y relajarnos durante el trayecto.
Los beneficios generales de los mudras son los siguientes:
- Ayudan a alcanzar la armonía entre el cuerpo y la mente, de manera que la energía fluye entre ambos.
- Ayudan a eliminar las malas sensaciones a nivel físico gracias al favorecimiento de la producción de endorfinas.
- Ayudan a conciliar el sueño, debido a que permiten despejar la mente y relajarnos físicamente.
- Mejoran el estado de ánimo y favorecen los pensamientos positivos.
- Ayudan a mejorar la autoestima y a ser conscientes de nuestras posibilidades.
- Ayudan a mejorar el estado de concentración, algo que puede ser de utilidad en las sesiones de meditación.
- Mejoran nuestra vitalidad a nivel general.
¿Cuándo se hacen los mudras?
Lo ideal será hacer los mudras cada día, de esta forma, gracias a esta regularidad, se irán obteniendo los beneficios antes citados.
El tiempo que debemos hacer los mudras al día será variable, en función del tipo de mudra que escojamos. Este tiempo oscila entre unos 5 minutos hasta los 45, siendo recomendable permanecer el mayor número de minutos posible dentro de este rango en el caso de los mudras orientados a la calma y a la meditación.
En los casos en los que no seamos capaces de aguantar 45 minutos, podremos dividir el tiempo en fracciones de 15 minutos.
También, a ser posible, intentaremos realizarlos con el estómago vacío, para evitar el desvío de la energía hacia otras funciones no relacionadas con el objetivo de los mudras.